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Carolina Alejandra Roncagliolo Benítez (1977-2015)

Profesora de Educación Musical y  Licenciada en Educación  


Carolina nació en Valparaíso el 7 de Mayo de 1977; única mujer entre sus hermanos, Pablo e Ignacio, hijos de Manuel y Juanita, profesores universitarios.  

Si se pudiera resumir en dos o tres palabras el sello que caracterizó la vida de Carolina, la mayoría de sus más cercanos amigos y su familia coincidirían en que fue su alegría de vivir, que expresaba con gran sentimiento y pasión a través de su sonrisa, su voz y su canto. Esas fueron las mejores armas que Dios le dió para enfrentar la enfermedad y su vida. 

Desde muy pequeña, sus años de rehabilitación en la Teletón le dieron la oportunidad de ver y compartir con muchos otros para quienes la vida era un desafío que se iba ganando minuto a minuto, literalmente, paso a paso. Aprendió a percibir el interior de las personas. Sin discriminación. 

Con que facilidad hacía amigos y se echaba al hombro sus problemas!.   

Así creció y fue dejando huellas, en su colegio, en su barrio, en la universidad, en su comunidad, en su trabajo, en los diferentes coros en que participó, lugares en que forjó las relaciones más cercanas, de amigas y amigos que la acompañaron fielmente toda su vida.   

¡Disfrutaba la vida, siempre alegre, conciliadora, risueña!.   Su entrada a la universidad no sólo le permitió estudiar lo que había sido su vocación innata, ¡Música!, sino que, además, le permitió reencontrarse con la ciudad que la vio nacer, exaltando su romanticismo y su pasión por el canto. Y le cantó a Valparaíso: “….cuando tus casas racimos guiñan sus ojos al mar, presiento un país, descubro quien soy”. Descubrió que no cantaba por cantar, ni por tener buena voz; cantaba porque la guitarra y su canto tenían sentido y razón.

Y cantando recorrió distintos rincones de Chile, nuestra tierra, quedando prendada de cada lugar que conocía; le costaba contener su emoción ante el simple hecho de admirar algún paisaje de nuestra geografía.  

Y cantando recorrió otras tierras: España, Polonia, Francia, México, etc.  

Y cantando conoció el amor.  

Y cantando vio nacer y crecer a su retoño.  

Y cantando ejerció su apostolado entre los jóvenes de su colegio.  

Y cantando enfrentó nuevamente la enfermedad por más de 15 años. 

Quizás quienes no la conocieron tan cercana o íntimamente se preguntarán, ¿Cómo alguien que desde su temprana edad y hasta el último día de su vida padeció enfermedad tendría la capacidad de irradiar alegría por vivir? 

¡¡Es que, sin duda alguna, Carolina amaba la vida!!.  

La música y sobre todo su canto, fueron la energía que le regaló más años a su vida, la cual sólo se apagó cuando ya no pudo cantar más: 1º de octubre de 2015. 

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